En una primera fase el paciente se reúne con el ginecólogo para revisar la historia clínica.
En esta consulta la paciente expone sus problemas, objetivos y preocupaciones y el médico le propondrá el tratamiento indicado para alcanzarlos, así como las posibles sinergias con otros tratamientos.
Si no existe contraindicación, tras la firma del consentimiento informado, se procederá a realizar el tratamiento.
Si la paciente lo desea, se puede realizar una fotografía del antes y del después.
El tratamiento es ambulatorio y tiene una duración aproximada de 20 a 60 minutos, dependiendo de la extensión de la zona a tratar y del tipo de problemática.
El procedimiento es mínimamente invasivo y casi completamente indoloro.
Se puede aplicar una crema anestésica para disminuir las molestias asociadas al mismo.
El dióxido de carbono se infiltra a nivel subcutáneo con una aguja muy sutil que a su vez va conectada a un aparato que regula la suministración del gas.
A su salida de la consulta una vez realizado el tratamiento, el paciente puede proseguir con su actividad cotidiana y tendrá que seguir las recomendaciones post-tratamiento que se le entreguen.
Los efectos secundarios son mínimos (enrojecimiento, ardor o mínimo hematoma).
Después del tratamiento se puede observar una ligera hinchazón es normal que se reduce en 4 a 6 horas. en algunos casos, puede producirse edema de la zona genital durante unos días.
También se puede notar edema de la zona genital y una ligera crepitación en la zona de administración
Se fijará una visita de seguimiento para valorar la evolución y los resultados.