Lo que hay que hacer para ralentizar los efectos del tiempo lo más tarde posible es crear una dieta que, en un escenario comparable a una balanza, incline la aguja hacia el lado antiinflamatorio y no proinflamatorio.

Esto se debe, en pocas palabras, a que nuestro cuerpo envejece a medida que nuestros sistemas antioxidantes pierden terreno frente a los radicales libres, es decir, los desechos que nuestro propio sistema produce para sobrevivir.

La tarea de una dieta antienvejecimiento es ayudar al organismo con ayudas externas, con el fin de ralentizar este proceso fisiológico.

Los principios de la nutrición Antiaging, o antienvejecimiento, no se diferencian de los de la Dieta Mediterránea y son los siguientes:

• Evitar la sobre ingesta calórica.
• Preferir los alimentos de origen vegetal a los animales
• Consumir 3 raciones de fruta y 2 raciones de verdura al día, con el fin de introducir vitaminas, minerales y fibra soluble
• Preferir los cereales integrales a los refinados, ya que contienen más fibra insoluble
• Reducir al mínimo los productos elaborados y conservas, eligiendo alimentos frescos y sin tratar.
• Hidratarse