En el Instituto Médico Antiaging nuestra atención hacia el paciente es integral: tomamos en consideración los diferentes aspectos del problema o patología dermatológica a abordar valorando tanto su componente físico como su implicación psicológica.

La piel no es una simple «cubierta» sino un órgano real, extremadamente complejo y articulado cuyas funciones son separar y proteger los órganos internos y al mismo tiempo permitir interacciones con el entorno que nos rodea.

La sensibilidad táctil, nociceptiva y térmica se reciben a nivel de la piel y luego se procesan a nivel del sistema nervioso.

El sistema nervioso, a su vez, utiliza la piel como vía de comunicación hacia el exterior, representando por tanto una de las principales vías de comunicación emocional extraverbal.

La piel cambia a lo largo de la vida, cambiando sus características físicas y ultraestructurales, así como el microbioma que la puebla.

En relación con su cambio, también cambian las patologías que pueden desarrollarse.

Ejemplos de ello son problemas relacionados con la piel seborreica del recién nacido (costra láctea) o el acné adolescente; manifestaciones atópicas en la infancia, alopecia androgénica propia del hombre adulto, xerosis cutánea en personas mayores, dermatosis del embarazo, etc.

En el Instituto Médico Antiaging cuidamos de tu piel, sea cual sea tu edad y tu problemática.