En una primera fase el paciente se reúne con el médico para revisar la historia clínica. En esta consulta el paciente expone sus problemas y preocupaciones y el médico le planteará el tratamiento indicado para alcanzar sus objetivos, así como las posibles sinergias con otros tratamientos.
Si no existe contraindicación para llevar a cabo el tratamiento, se entrega y firma el consentimiento informado con las especificaciones relativas a la ejecución del tratamiento y, si el paciente lo permite, se realizará una fotografía del antes y del después.
El tratamiento es ambulatorio y tiene una duración aproximada de 20 A 60 minutos, dependiendo de la extensión de la zona a tratar y del tipo de problemática.
El procedimiento es mínimamente invasivo y casi completamente indoloro gracias a la utilización de anestesia local.
A su salida de la consulta una vez realizado el tratamiento, el paciente puede proseguir con su actividad cotidiana y tendrá que seguir las recomendaciones post-tratamiento que se le entreguen.
Se fijará una visita de seguimiento para valorar la evolución y los resultados.